¿Te suena de algo el acrónimo MOBA?, seguro que lo has escuchado,
pero probablemente no tengas del todo claro su significado. MOBA o Multiplayer Online Battle Arena hace referencia a una modalidad de videojuego, y es el
principal representante del creciente mundo ‘eSport’ o ‘deporte
electrónico competitivo’ del universo ‘gamer’. Este subgénero de los juegos
RTS (estrategia en tiempo real) se basa en el enfrentamiento de dos equipos compuestos por varios jugadores y cuyo
objetivo es destruir la base de su oponente. Cada jugador maneja un solo
personaje con habilidades particulares y generalmente complementarias con las
de sus compañeros. Para situar al lector, diremos que dos de los títulos más
representativos de esta gama son el LoL (League of Legends) y el Dota2
(Defense of the Ancients 2).
Es indudable que los videojuegos han supuesto una revolución en el
mundo del entretenimiento, y que desde sus primeros pasos han contado con una
legión de adeptos. Hoy día, podemos decir que ya forman parte de nuestra cultura popular, habiendo dejado recuerdos
imborrables para muchos de nosotros. Actualmente han alcanzado cotas, casi
inimaginables, habiendo superado incluso
en muchos aspectos a otros ‘titanes’ del entretenimiento como el cine o la
música. Un claro ejemplo de esto es el reciente lanzamiento del Red
Dead Redemption 2, dónde la ‘mítica’ Rockstar, ha empleado a más de más
de 1200 actores para interpretar sus más
de 2000 hojas de guion, equivalentes a más
de 500.000 líneas de diálogo. Para hacernos una idea de la magnitud de la
obra, el guion de una película ‘Hollywoodiense’
media oscila entre las 100 y 200 páginas. Sencillamente espectacular.
Por este y otros títulos
de indudable calidad, muchas ‘voces’ ya abogan por incluir al videojuego en la
categoría de arte. Pero hoy no vamos a hablar de sus muchas ‘bondades’, sino de
los problemas que éste (siempre
derivados de su mal uso) genera.
Profundizaremos en la modalidad que mencionamos al inicio, y que está
suponiendo una auténtica ‘revolución’ social´. Los MOBA, que cada vez se posicionan
más como una competición que como una distracción, son el eje sobre el que
pivotan los eSport, que ya generan audiencias equiparables a las de las grandes
competiciones deportivas.
Sería injusto utilizar la misma vara de medir para un universo tan
complejo y con tantos matices, tanto para referirnos a juegos como a
jugadores. Por ello, nos centraremos
exclusivamente en los ‘malos’ jugadores de los MOBA. La mala praxis de estos juegos genera
un grave problema social, suponiendo en
muchas ocasiones trastornos tales como
ludopatía, impulsividad, depresión, problemas de sueño o ansiedad. Recientemente
la OMS ha puesto nombre al uso compulsivo de los videojuegos, ‘Gaming disorder’.
Esta práctica ‘toxica’, provoca desde trastornos compulsivos, ansiedad, o
estrés hasta desequilibrios emocionales derivados de la ‘necesidad’ de jugar y
ganar. Esto no es una opinión sino un hecho, que se ha visto refrendado por
casos en los que varios jugadores han
padecido graves problemas psiquiátricos,
por no hablar de problemas más ‘banales’ como el absentismo escolar, el
aislamiento social y la dedicación de, en ocasiones miles de horas, descuidando
por completo el resto de las obligaciones. Sí, has leído bien, miles.
El porqué de estos problemas se deriva del sistema estructural de estos juegos y el mal entendimiento de éste por
parte de los jugadores. Es un sistema eminentemente
competitivo que exige al jugador una dedicación muy importante, en primera
instancia para asimilar sus mecánicas jugables, para después ‘obligarle’ a
mejorar su ranking compitiendo una y otra vez contra otros jugadores (‘rankeds’
o partidas clasificatorias). El juego
continúa incentivando al jugador de forma constante, tanto en la derrota
como en la victoria, hasta que éste se
ve atrapado en una vorágine en la que su único deseo se reduce a competir y
ganar a sus rivales, experimentando en muchas ocasiones estrés y/o ansiedad
cuando no lo consigue. Según la APA
(Asociación Psiquiátrica Americana), al igual que otro tipo de drogas,
conseguir un logro en un videojuego libera dopamina en nuestro cerebro.
El juego, no solo ‘premia’
continuamente al jugador que más horas le dedica, sino que penaliza ‘gravemente’ a los jugadores que
deciden abandonar el juego, generando cada vez más adicción. Además, en muchas
ocasiones fomenta el gasto monetario a
cambio de ventajas competitivas o aspectos visuales exclusivos, agravando
aún más los problemas antes mencionados para los jugadores más ‘manirrotos’.
Todo lo mencionado anteriormente confluye
en un importante núcleo formado por millones de jugadores, la famosa ‘comunidad’, propia de cada videojuego de
este ámbito. Los ‘valores’ de estas comunidades no suelen ser ningún ejemplo a seguir,
y en multitud de ocasiones fomentan todo tipo de vejaciones, amenazas o conductas
violentas. Si eres, o has sido un ’mal’ jugador de alguno de estos títulos,
seguro que sabes de lo que estamos hablando.
Desde UniHcos, no queremos, ni
mucho menos, ‘criminalizar’ un mundo tan fascinante como es el de los
videojuegos, ni realizar una ‘caza de brujas’, sino evitar su mal uso y fomentar un consumo responsable de éstos,
lo que hace a los videojuegos realmente divertidos. Por el contrario, si abusas
o haces un mal uso de ellos pueden convertir tu vida en un infierno. No renuncies a tu vida real por una vida digital.
Game
Over.
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