Alguna vez has visto estos dispositivos?? Alguna vez los has probado?
Los cigarrillos electrónicos, también llamados "vapers" aunque poco tienen que ver con vapor de agua, se han puesto muy de moda en los últimos tiempos, especialmente entre la gente joven.
Según el último informe del OEDA sobre las encuestas EDADES [1], el 17,5% de los jóvenes entre 15-24 años los ha consumido alguna vez en la vida, y el 1,4% declararon consumirlos a diario. Los hombres mostraron prevalencias de consumo superiores a las mujeres.
Además, en nuestro twitter hicimos una breve encuesta y el 60% de participantes los habían probado alguna vez pero además el 73,3% de participantes conocía a personas de su entorno que los consumían de forma habitual.
🔎Pero ¿qué sabemos sobre ellos? ¿Sabemos lo que estamos consumiendo?
¿Qué nos dice la evidencia científica? Hoy en el blog de uniHcos analizamos una revisión sistemática [2] reciente sobre las enfermedades, heridas y accidentes asociados al consumo de cigarrillos electrónicos. Además, os invitamos a leerla por completo (texto completo gratis) ya que es un trabajo muy interesante.
Los cigarrillos electrónicos se empezaron a comercializar en 2004. Normalmente, el principal lema para consumirlos es una "reducción de daños" frente al tabaco convencional. Este producto también se intentó popularizar como herramienta para dejar de fumar tabaco.
Puesto que su uso masivo es reciente, las consecuencias a largo plazo todavía están en estudio, aunque ya se ha visto que su humo puede ser muy perjudicial, también para los fumadores pasivos.
En esta revisión sistemática se recogen más de 130 informes de casos de eventos adversos. Los autores del artículo clasificaron los casos principalmente en tres categorías: médicos, intoxicaciones, y heridas traumáticas.
Entre los casos médicos, los más destacados fueron los problemas respiratorios.
El principal evento respiratorio fue el diagnóstico de la enfermedad reconocida EVALI (26%) (E-Vaping Acute Lung Injury), pero también se dieron otros eventos como neumotórax, neumonia lipoidea y otros problemas respiratorios.
En la mayoría de casos, los cigarrillos electrónicos contenían derivados del cannabis (CBD/THC), nicotina, o ambos. Los principales síntomas para acudir a los servicios médicos fueron: disnea, tos y fiebre.
De los pacientes que fueron ingresados por motivos respiratorios, el 83% se recuperó, mientras que un 5% fue dado de alta y hospitalizado de nuevo, un 10% tuvo complicaciones persistentes y un 2% falleció.
A fecha de 24 de enero de 2020, 2668 pacientes fueron hospitalizados por EVALI solo en EEUU.
Sin embargo, los problemas respiratorios no son los únicos..
En cuanto a las heridas y lesiones traumáticas en la revisión se identificaron 126 casos de heridas. La mayoría debidas a la explosión de los dispositivos electrónicos, causando graves efectos adversos como quemaduras graves y amputaciones de dedos. Los autores señalan la necesidad de hacer cigarrillos seguros para los consumidores.
Además, se identificaron 28 casos de intoxicaciones, que fueron tanto accidentales (9/28) como intencionadas (19/28). En el primer caso, dos niños de dos años se intoxicaron con el líquido de los cigarrillos, requiriendo atención en las unidades de cuidados intensivos. En el caso de las intoxicaciones intencionadas, se identificaron 19 casos de intentos de suicidio por parte de adultos, llegando 6 de las personas a fallecer debido a la ingesta o inyección del líquido.
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